El Atlántico abona una huerta en la que crece de forma totalmente ecológica un alimento que posee el hierro de las lentejas, las vitaminas de la fruta, la fibra de los cereales y las proteinas de la carne. El único problema es que hay que mojarse para recolectarlo. Y es precisamente eso lo que lleva haciendo desde más de una década el gallego Antonio Muiños, pionero en la investigación, divulgación y explotación de las algas, un producto que, a pesar de su altísimo valor nutricional, ha llegado antes a las cocinas de los grandes chefs nacionales que a la dieta mediterranea. Su comercialización en conserva, deshidratadas o en salazón favorece ya su incorporación a los platos del día a día de las familias españolas.
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